Plaza Vea, de lo funcional a lo emocional.

Plaza Vea necesitaba evolucionar el territorio de su marca (del funcional al emocional) con el objetivo de construir una relación más fuerte y relevante con sus clientes.

Se buscó posicionar a Plaza Vea como un “facilitador” que conduce la experiencia de compra de sus clientes hacia una fórmula más sencilla, satisfactoria e integral.

La nueva marca debía comunicar amabilidad, autoridad y
modernidad.

La conexión emocional se logró a través de la tipografía y del “gesto disruptivo” en la letra “v” evocando un check (la mejor
opción de compra, bienestar y eficiencia).

El uso de los colores rojo y amarillo, en diferentes proporciones que la que tenían en la marca anterior, conecta al cliente con el nuevo Plaza Vea.